sábado, 10 de septiembre de 2011

Juan Schiaretti, las andanzas de un ladrón científico

PRENSARED Córdoba -Política 2011-08-04
Con el affaire de la destrucción de la Casa de las Tejas, Juan Schiaretti habría demostrado una vez más, ser un ladrón científico. Y científico no de la escuela científica espiritista de Basilio, sino de la escuela científica monetarista de Mingo Cavallo. Investigación de Javier Llorens.

Por Javier Llorens*

Cualesquiera que sean las cinco acepciones que le da al término ladrón el diccionario de Real Academia Española, desde granuja, bribón, o pícaro, hasta del que hurta o roba lo ajeno.

Y científico no de la escuela científica espiritista de Basilio, sino de la escuela científica monetarista de Mingo Cavallo. De impecable cuello y guante blanco, lapicera Parker, y lúcida perfidia. Usando la plenitud de sus conocimientos técnicos, para perpetrar sus fechorías y ocultar sus huellas.

El sociólogo Enrique del Pierce en el libro “Prejuicio, Crimen y Castigo” en el capítulo “Seguridad sustentable” dice: “La tendencia a apoderarse de lo ajeno es natural en una sociedad que plantea el consumo como pauta básica de estratificación, en el marco de la disolución de las estructuras de contención y de transmisión de la noción de respeto a la ley vigentes durante la modernidad: familia biparental monógama, vecinos, compañeros de trabajo.

La consecuencia obvia es un incremento de la propensión al delito de todos los sectores sociales, privilegiando la violencia física los de abajo, y la violencia moral, simbólica o intelectual los de arriba.” Aunque en el caso de la “Casa de las Tejas”, “los de arriba” la ejercieron privilegiando la violencia física contra esta.

Diciéndolo en cordobés básico, los de abajo que ejercen la violencia física, son “choros de gaínas”; y los de arriba que ejercen la violencia simbólica, son “choros pulenta”.

Y Juan Schiaretti, parece tener notables antecedentes al respecto, desde que secundaba a Mingo Cavallo hasta el presente, conforme se enumeran a continuación. Muchos de esos antecedentes, los comparte con su predecesor y candidato a sucederlo, José Manuel de la Sota.

Las exportaciones de gas natural

Como secretario de la ALADI y de Industria y Comercio Exterior de la Nación, fue el artífice de que Argentina se convirtiera en gran exportadora de gas natural a países vecinos, a cambio de obras e intercambios, que nunca se cumplieron.

Consistentes estos en gasoductos que alimentarían el sur argentino por parte de Chile; la ejecución de la represa Garabí, y el suministro de energía eléctrica por parte de Brasil; y reservorios para almacenamientos de gas natural, para abastecer los días picos de consumo, por parte de Uruguay.


Hoy gracias a esos tratos de Schiaretti y sus sucesores, Argentina importa gas natural licuado por miles de millones de dólares, a un precio treinta veces superior a los que exportó a lo largo de quince años.

Regimen automotriz

Desde ese mismo puesto de secretario de Industria, Schiaretti que se había desempeñado en Brasil como gerente de Fiat, con el auxilio del subsecretario Carlos Margariños, armó una maraña legal conocida como “régimen de especialización industrial del sector automotriz”.

Con el cual destruyó a la industria autopartista nacional, y privilegio enormemente el negocio de las terminales automotrices, especialmente de Fiat. El mismo consistía en facilitar las importaciones, con un intercambio compensado con exportaciones, que debía respetar el balance de divisas.

A ese balance las automotrices nunca lo cumplieron como correspondía. Y sin embargo no pagaron por ello multa alguna, pese lo abultado de ellas, porque quién paso a auditar el cumplimiento de régimen fue el mismo Margariños, designado muy oportunamente director de la ONUDI. Organismo de la ONU al que se había contratado la auditoría. Así de funcionario a favor de las automotrices, Margariños paso a ser el referí a favor de estas.

Hasta el mismo FMI se quejó de ese régimen automotor, y exigió que se eliminara, porque generaba “un fuerte desequilibrio comercial y establece un subsidio que distorsiona la libertad de mercado”. Por entonces el desbalance de divisas era superior a los mil millones de dólares anuales. Hoy como zaga de las políticas iniciadas por Schiaretti, trepa casi a los seis mil millones de dólares anuales.

Intervención en Santiago del Estero

Schiaretti pasó seguidamente a despeñarse como interventor federal en Santiago. En donde según afirmó el político Luís Juez, “les robó a los santiagueños hasta la siesta”. De allí salió con un fardo de denuncias penales.

Que incluyeron un curioso robo al Banco de la Provincia de Santiago, por un importante monto, sin el empleo de ninguna violencia física, sino mediante la violencia simbólica de presentar al cobro en ventanilla un cheque oficial falsificado. Que las autoridades del banco pagaron sin chistar, y luego tardaron en denunciar el hecho, razón por la que el robo quedó impune.

Aguas Cordobesas

Luego como vicegobernador de Córdoba, Schiaretti fue el artífice de la re renegociación del contrato conAguas Cordobesas, que había llevado adelante el gobernador De la Sota. Con el que incendió a la capital cordobesa a principios del 2006, al pretender cobrar el metro cúbico de agua como si se lo trajera de Francia.

En suplantación de Suez, Schiaretti hizo aparecer al grupo Roggio, pese a que la actuación de dicho grupo si con algo estaba reñido, era con el agua cordobesa.Roggio fue el contratista del costosísimo canal los Molinos – Córdoba, para abastecer de agua potable a esta, que por su pésima construcción, ahora debe ser rehecho enteramente de nuevo, con una inversión de 500 millones de pesos.

En cuya reciente licitación, casualmente fue Roggio el que cotizó el menor precio, o sea que seguramente será el contratista de la nueva versión de la obra, pese sus descalificantes antecedentes a ese respecto. El otro oferente fue la firma JCR (Juan Carlos Relats) otro dilecto contratista del estado, cuya actuación en tándem con Roggio se pudo ver en la terminación de la Autopista a Rosario.

El primer tramo lo comenzó Roggio en el 2004, con un costo del dos millones de pesos el kilómetro. Y el último tramo lo concretó JCR el año pasado, con un costo superior a los veinte millones de pesos el kilómetro.

Roggio también fue favorecido, junto con Electroingeniería, con el oneroso contrato para la instalación de aireadores en el lago San Roque para combatir las algas, que no dieron resultado alguno.
Y además estuvo metido en el affaire de Puerto San Roque, consistente en bajar tres metros la cota máxima de dicho lago, para desarrollar negocios inmobiliarios a la vera del mismo, poniendo así en peligro el abastecimiento de agua a Córdoba en la estación de secano.

Con el cuento de la escasez hídrica que las andanzas de Roggio habían provocado, Aguas Cordobesas pretendía cobrar el agua como si fuera francesa. Y Schiaretti, tras introducir a Roggio en el negocio, astutamente escondió entre las entrelíneas del nuevo contrato, una pretensión económica similar, al obligar a la provincia o a los usuarios de Aguas Cordobesas, a costear una instalación masiva de medidores a precios astronómicos.

De forma tal que lo que Aguas Cordobesas pensaba llevarse a cuenta del consumo de agua, se lo llevara a cuenta de lo necesario para poder medirlo.
Además Schiaretti anuló prácticamente al ERSEP en relación con dicho contrato, al crear una inusitada “Mesa de Negociación Tarifaria”, integrada inusitadamente con representantes de Aguas Cordobesas, que incluso pueden llegar absurdamente a detentar la mayoría en ella.

Mesa que ha hecho que a partir de su creación, el monto de las facturas de agua crezca ininterrumpidamente y en forma retroactiva, sin que los cordobeses se rebelen por ello. Aplicó así la política gradualista, de cocinar a las ranas vivas comenzando con agua tibia, para luego subir gradualmente la temperatura, hasta hervirlas y servirlas en la mesa de Aguas Cordobesas.

El abogado Marcelo Touriño hizo una denuncia penal en torno esta cuestión y la estafa en el precio de los medidores. La que después de un tortuoso trámite judicial terminó en el archivo. Tal como acostumbra la justicia de Córdoba, cuando los “delincuentes simbólicos” detentan el poder. Pero Schiaretti podría decirse que es un ladrón científico delicuecente, tenaz, y adaptativo como el agua, y si no puede entrar por la puerta, lo hace por la ventana.


Para disimular esa cuestión planteada por Touriño, Schiaretti por un lado rebajó el precio sideral de los medidores a la mitad. Y por el otro, bajo el lema que el “Agua para Todos” es “un derecho humano elemental”, le adjudicó en forma directa a Aguas Cordobesas la otra mitad del monto de dinero en cuestión, para que hiciera extensiones de red a costos siderales, pese que ellas eran una obligación contractual de Aguas Cordobesas.

De forma tal de lo que no sale como medidores, sale a cuenta de obras y de caños. Para solventar la primera tanda de medidores y obras, Schiaretti dispuso un cargo fijo sobre la facturación del 16,5 %, por tres años, para la colocación del 25 % de los medidores.

El que en la práctica, tal como está formulado, significa que ese cargo fijo durará casi hasta la terminación de la concesión, en el año 2027. Representando por ende el mismo, un plus ingreso para Aguas Cordobesas de 1.400 millones de pesos. Este monto pone de manifiesto que evidentemente no se trata no de “choros de gaina”, sino de “choros pulenta”.

Usina de Pilar de EPEC y el fraude electoral del 2007

Otra operación de “choros pulenta” la constituiría la nueva usina Pilar de EPEC. La cual con un costo de 600 millones de dólares, ha colocado a EPEC en una dificilísima situación financiera. Con un altísimo endeudamiento en activos fijos, que son imposibles de amortizar con la tarifa, por el enorme sobreprecio del orden de un 50 %, con el que fueron adquiridos. Lo que implica un botín de nada menos 200 millones de dólares, u ochocientos millones de pesos.

Para concretar el mismo se perpetró una estafa tan simple como efectiva. Se comparo el precio por kilo watt instalado en Pilar, con el precio por kilo watt de otras usinas, más su mantenimiento por diez años incluido.
Con eso la estafa consumada. Pero además posteriormente se contrato el mantenimiento por ocho años de esa nueva usina. O sea que en resumen, EPEC pagará con creces, dos veces el supuesto mantenimiento. Y causalmente, ambos contratos se firmaron con Electroingeniería, la misma firma que construye la nueva casa de gobierno y a la que se encargó la destrucción de la Casa de las Tejas.

El negociado se montó a fines del 2007 y principios del 2008, entre las postrimerías del gobierno de De la Sota, y principios del gobierno de Schiaretti. Para su perpetración fueron necesarias dos cosas. Una, cambiar la carta orgánica y la cúpula de EPEC, pasando su dirección de profesionales universitarios, a un empleado de EPEC (Daniel Bonetto) vinculado con el ministro De Vido, que era el promotor del negocio.
Y la otra asegurar la elección de Schiaretti como gobernador, para que el negociado prosiguiera adelante.

Esta necesidad perentoria probablemente fue una de las razones por la cual el sistema informático cordobés, se cayó en la noche de las elecciones del 2 de setiembre del 2007, e interrumpió el conteo electoral hasta que apareció como ganador Schiaretti.

La vuelta de FIAT

Schiaretti es también el artífice de la vuelta de FIAT a Córdoba. De donde se fue en la década del 80, dejando los descomunales clavos de MATERFER, GMD, y CAT, firmas que eran las principales deudoras incobrables del Banco de Córdoba. Como acostumbra en estas ocasiones, FIAT simuló desprenderse de ellas, para sacarse los muertos de encima.

Entre ellos el muerto de la Central Sudoeste de EPEC, equipada con turbogás FIAT, que nunca funcionaron como debían. Por esa razón, y por pretender fincar su salvataje en la concesión de las usinas de EPEC, a las que el gerente de EPEC y ex senador Regino Maders se oponía, dichas firmas supuestamente ex FIAT, se vieron involucradas en el asesinato de este, que nunca se aclaró debidamente.

Gracias a su ex gerente Schiaretti, y su régimen de especialización de la industria automotriz, FIAT volvió a Córdoba por segunda vez en 1996, de la mano del gobernador Ramón Mestre. Para tomárselas de nuevo desaprensivamente en la crisis del 2001, dejando una saga de deudas y desempleo.

Posteriormente en el 2006 y 2007, con Schiaretti como vicegobernador y luego gobernador, FIAT emprendió su tercera vuelta a Córdoba. Y lo hizo como siempre lo hace. Demandando generosos subsidios, incluso para el pago del personal; flexibilización laboral; amplias excepciones impositivas; energía a precios promocionales; y costosas obras de infraestructura.

La catadura de FIAT ha quedado hoy al descubierto, al amenazar irse de Italia y radicarse en los Estados Unidos (algo así como si el Vaticano se fuera de Roma) si los sindicatos italianos no aceptan una flexibilización laboral extrema. Lo cual lleva al interrogante de qué clase de capitalismo salvaje es este.
Con sus costos tan socializados de una u otra manera, tanto cuando viene como cuando se va, apenas surge alguna dificultad. Y que beneficio realmente depara a la comunidad, más allá del momentáneo empleo que crea.

En este panorama no es casual que ahora ocupe el ministerio de Economía Débora Giorgi, quién como secretaria de Industria y Energía de De la Rua, completo las picardías de Schiaretti. Tanto respecto al régimen de la industria automotriz, como en relación con el gas natural, permitiendo la libre importación de este y a la que se encargó la destrucción de la Casa de las Tejas.

El negociado se montó a fines del 2007 y principios del 2008, entre las postrimerías del gobierno de De la Sota, y principios del gobierno de Schiaretti. Para su perpetración fueron necesarias dos cosas. Una, cambiar la carta orgánica y la cúpula de EPEC, pasando su dirección de profesionales universitarios, a un empleado de EPEC (Daniel Bonetto) vinculado con el ministro De Vido, que era el promotor del negocio.

Y la otra asegurar la elección de Schiaretti como gobernador, para que el negociado prosiguiera adelante. Esta necesidad perentoria probablemente fue una de las razones por la cual el sistema informático cordobés, se cayó en la noche de las elecciones del 2 de setiembre del 2007, e interrumpió el conteo electoral hasta que apareció como ganador Schiaretti.

La vuelta de FIAT

Schiaretti es también el artífice de la vuelta de FIAT a Córdoba. De donde se fue en la década del 80, dejando los descomunales clavos de MATERFER, GMD, y CAT, firmas que eran las principales deudoras incobrables del Banco de Córdoba. Como acostumbra en estas ocasiones, FIAT simuló desprenderse de ellas, para sacarse los muertos de encima.

Entre ellos el muerto de la Central Sudoeste de EPEC, equipada con turbogás FIAT, que nunca funcionaron como debían. Por esa razón, y por pretender fincar su salvataje en la concesión de las usinas de EPEC, a las que el gerente de EPEC y ex senador Regino Maders se oponía, dichas firmas supuestamente ex FIAT, se vieron involucradas en el asesinato de este, que nunca se aclaró debidamente.

Gracias a su ex gerente Schiaretti, y su régimen de especialización de la industria automotriz, FIAT volvió a Córdoba por segunda vez en 1996, de la mano del gobernador Ramón Mestre. Para tomárselas de nuevo desaprensivamente en la crisis del 2001, dejando una saga de deudas y desempleo.

Posteriormente en el 2006 y 2007, con Schiaretti como vicegobernador y luego gobernador, FIAT emprendió su tercera vuelta a Córdoba. Y lo hizo como siempre lo hace. Demandando generosos subsidios, incluso para el pago del personal; flexibilización laboral; amplias excepciones impositivas; energía a precios promocionales; y costosas obras de infraestructura.

La catadura de FIAT ha quedado hoy al descubierto, al amenazar irse de Italia y radicarse en los Estados Unidos (algo así como si el Vaticano se fuera de Roma) si los sindicatos italianos no aceptan una flexibilización laboral extrema. Lo cual lleva al interrogante de qué clase de capitalismo salvaje es este. Con sus costos tan socializados de una u otra manera, tanto cuando viene como cuando se va, apenas surge alguna dificultad.

Y que beneficio realmente depara a la comunidad, más allá del momentáneo empleo que crea. En este panorama no es casual que ahora ocupe el ministerio de Economía Débora Giorgi, quién como secretaria de Industria y Energía de De la Rua, completo las picardías de Schiaretti.
Tanto respecto al régimen de la industria automotriz, como en relación con el gas natural, permitiendo la libre importación de este subterráneas, un centro comercial, y dos torres de departamentos de 130 metros (que incluso las puedo bajar a 70 metros) y me hago una fortuna.

Je, je, y así me quedo enteramente con la plusvalía urbana acumulada desde hace quinientos años, parte de ella declarada patrimonio histórico de la humanidad. Je, Je, que hábiles somos los desarrollistas urbanos cordobeses. Si quisiéramos hacer este negocio en cualquier ciudad seria del mundo, estaríamos todos presos.

Bugliotti

Todos los caminos conducen a Bugliotti parece ser la premisa de Schiaretti. Tal es el caso de la autopista que llega hasta Salsipuedes. Justo hasta donde está ubicado otro de los tantos megaemprendimientos inmobiliarios de este notable emprendedor clarividente. Que siempre se anticipa a adquirir terrenos y propiedades, justamente allí donde luego el estado provincial o municipal se le ocurre intervenir o hacer obras, o erradicar villas miserias, etc.

Las cuales de esa manera, costeadas por todos los ciudadanos, le dejan una enorme renta inmobiliaria al emprendedor Bugliotti; como consecuencia de la plusvalía que adquieren sus inmuebles por efecto de esas obras costeadas por él fisco, con la plata de todos los cordobeses.
La cual Bugliotti no solo se la apropia íntegramente, sino que también generalmente se ve favorecido con alguna eximición de tasas, o impuestos, etc. Como si tuviera por socios o partícipes ocultos en el negocio, a quienes se encuentran momentáneamente en el gobierno.

En el caso de Salsipuedes, ¡qué casualidad! Bugliotti también se vio favorecido por el cambio de traza del camino de El Cuadrado, que antes arrancaba en Río Ceballos. Y ahora ¡qué casualidad! arranca desde el predio del emprendimiento de Bugliotti.

Y además en el valle de Punilla corre el rumor de que el cambio de traza de dicho camino, que desembocaba en La Falda, y ahora desemboca en Valle Hermoso, se debería en realidad a que Schiaretti y sus amigos habrían acaparado previamente las tierras por donde discurre la nueva traza.
Otro tanto sucede con el “dinosaurio” que Bugliotti construyó en barrio Rivera Indarte, donde ahora desemboca directamente la ampliada avenida Ricardo Rojas, obra que está en plena ejecución. Que es costeada por Vialidad Provincial, como un favor hecho por la Provincia a la Municipalidad; pero que en realidad es un favor hecho al mega emprendimiento de Bugliotti.

Que ha dejado atrás el rumor que le endilga haber sido reducidor de los piratas del asfalto, para convertirse en pirata de las obras públicas y la plusvalía urbana. Y además de ello o pese a ello, se ha convertido en una eminencia pública, al que se consulta asiduamente por los problemas de Córdoba.
Otras de sus pretensiones fue la de quedarse con la concesión de la Terminal de Ómnibus de Córdoba. En base a la “iniciativa privada” que propuso, consistente en ampliar la terminal existente, hacía la una zona abandonada y desvalorizada que estaba a su vera (edificio Molinos).

Pero esto pretensión ya era una obscenidad para este señor adonde parecen rematar todos los caminos. Y finalmente su proyecto se cayó por la negativa municipal a otorgarle las facilidades edilicias que pretendía

Bugliotti

Por eso razón Schiaretti optó por “comprarle” la iniciativa a Bugliotti, y que la obra la hiciera otro, a costa del peculio público. En base a vaya a saber que secretos entendimientos tiene Schiaretti, con el sempiterno concesionario de la Terminal (Ramos Hnos.).

Que está allí desde hace un cuarto de siglo, desde los tiempos de Angeloz, pese a que la concesión original era solo por diez años, y que paga un ridículo canon por ella. Obteniendo así enormes ganancias por el diferencial que le queda entre el precio de los siderales alquileres que cobra, y el ridículo canon que paga.
Pero esos son las apariencias, porque de todas formas Bugliotti también se vio enormemente favorecido con la ejecución de las obras de la nueva terminal. Al revalorizar notablemente estas, a las propiedades vecinas que son de su propiedad, en una área urbana que estaba en estado de total abandono. Una de ellas es el Dinosaurio San Vicente (ex Molinos Letizia) situado frente a la nueva terminal. El que a la vista de todos, ha usurpado una calle pública para usarla como estacionamiento. Lo mismo que hizo en el híper Libertad de Poeta Lugones.

Las otras son las residencias universitarias Milénica I y II, que están a la vera de la nueva terminal. Y por si eso no fuera suficiente, además el puente “Letizia” sobre el Suquia, a construir por la Provincia, desembocará directamente en estas residencias universitarias, y en el Dinosaurio de Bugliotti.

Allegándole así a este clientes desde el prospero barrio General Paz. Pero esto no es novedad para Bugliotti, ya que anteriormente esas mismas propiedades se beneficiaron con los costosos desalojos de la vecina Villa la Maternidad. Donde ahora se construiría el puente Letizia, a costa y cargo del gobierno, que inveteradamente, va a donde va Bugliotti. Se podría decir que Bugliotti planifica, y Schiaretti y cumple.

Como si todas esas plusvalías urbanas a favor de Bugliotti no fueran suficientes, además el gobierno habría indemnizado a este por su fracasada “iniciativa privada” de ampliación de la Terminal, diseñada por Bugliotti en funciones de sus exclusivos intereses, con el pago de un monto del orden de los dos millones de pesos. La Provincia hizo lo que quería Bugliotti, y además lo habría compensado por ello.Cabe el interrogante si la iniciativa de Bugliotti tenía como objetivo esencial, la concreción de esas obras, más allá de que algunas de ellas las hiciera él, o no.
El estado cordobés parece ser un bien mostrenco, administrado por quien se adueña momentáneamente de él, en función de los intereses concentrados de los conocidos de siempre.

Desarrollistas urbanos

Schiaretti como vicegobernador de De la Sota, fue también cómplice de la rifa de los terrenos fiscales que llevó adelante el CORINCOR, con la complicidad del Consejo General de Tasaciones. El cual, como si trabajara a favor de los compradores y en contra de los intereses provinciales, se encargaba de rebajar sustancialmente el precio de lo que el CORINCOR ponía en venta.

La treta básica de los desarrollistas urbanos, consiste en comprar un terreno con una determinada normativa edilicia y de uso del suelo. Y luego, por el medio que sea, sobornos incluidos, conseguir el cambio de normativa. De esa manera mágicamente, lo que valía uno, pasa a valer dos o cinco. Una moderna versión del rey Midas, que convertía en oro lo que tocaba. En cambio los desarrollistas urbanos cordobeses, convierten en oro sus terrenos, “tocando” a concejales e intendentes.

En este momento hay en Córdoba numerosos terrenos dormidos, esperando ansiosamente ese cambio de normativa por parte de las nuevas autoridades municipales que vendrán. Y es de suponer, que algunas de ellas vendrán ya “tocadas” de antemano, seguramente a cambio de importantes aportes para la campaña electoral.

El caso más notable de esos terrenos “dormidos”, a la espera de una nueva normativa, es el del ex Batallón 141 en el Parque Sarmiento, que fue comprado por Eurnekian, especialista en “tocar” para que prosperen sus negocios. Prueba de ellos es que aún permanecen procesados en la justicia penal federal el ex jefe de Gabinete Jorge Rodríguez y sus segundos, por la concesión de los aeropuertos que hicieron a su favor. Un test ácido que se podría proponer a los aspirantes a intendente y concejales actuales, es preguntar que van hacer en relación a los terrenos del ex Batallón 141. Seguramente un batallón de ellos luego no cumplirá con la palabra que empeñen.

Además de las ambigüedades en cuanto a las posibilidades del uso del suelo, otra manera de castigar duramente el precio de los grandes predios por parte de Consejo General de Tasaciones, y reducirlo a menos de la mitad de su valor real, es propiciar su subdivisión en lotes más pequeños, con la excusa de facilitar su venta.

Ello pese a que en las zonas densamente pobladas, las grandes superficies son más caras por metro unitario, al existir muy poca oferta de ellas en el mercado inmobiliario.

De esa manera la tasación de un gran lote frente a una gran avenida, que debería haberse hecho en función del costo por metro cuadrado de un lote con frente a esa avenida, terminaba en la tasación de múltiples lotes. Algunos con frente a esa avenida; y otros con frente a las calles colaterales, con precio por metro cuadrados muy inferiores.

Y finalmente la maniobra se remataba y quedaba al descubierto, cuando aparecía un solo comprador, que se alzaba con todos los lotes. O sea con la gran superficie codiciada por tener su frente a una gran avenida. Al que además la pagaba en cómodas cuotas, con intereses ínfimos en base a la tasa Libor, a la que nadie presta en Argentina.

Porta Hnos. y Capitalinas

Un ejemplo notable de esta treta inmobiliaria, es la venta del terreno de la ex villa “El Pocito”, situado en avenida Vélez Sarsfield al 1.000, esquina avenida Pueyrredón. O sea que tenía el frente, en el muy cotizado Barrio Nueva Córdoba; y la parte posterior en el devaluado Barrio Güemes. El Consejo tasó buena parte del terreno, como si el frente diera a Barrio Guemes (calle Turrado Torres).

Y ahora para culminar el negocio, sus afortunados dueños que se alzaron con todos los lotes (Porta Hnos.) están esperando el ansiado cambio de normativa, para despacharse allí con un mega emprendimiento… con frente a avenida Vélez Sarsfield, en Barrio Nueva Córdoba.

Otro ejemplo notable es el Complejo de Capitalinas, ubicado en Humberto Primo al 600, esquina La Cañada. En el cual el Bancor alquila 5.000 metros cuadrados de oficinas, a un costo superior a los 150 mil pesos por mes, pese a contar con múltiples edificios que son su propiedad. Dicho lote también fue subdividido en parcelas, y castigadas el precio de las que tenían frentes a calles secundarias.

Pese que luego Capitalinas se alzó con todas ellas juntas, para construir su complejo de oficinas de alta gama, con frente a la avenida Humberto Primo. Al que además, contando con la complicidad de la municipalidad, le anexó una calle pública. De esa manera cualquiera se capitaliza.

Patio Olmos

Otro ejemplo notable de la labor defraudatoria del Consejo General de Tasaciones, fue la venta del terreno donde está asentado el Shopping Patio Olmos, en Vélez Sarsfield y San Juan, donde antes funcionaba la Escuela Ambrosio Olmos. En su labor dicho Consejo aparentemente se “olvidó” de leer el contrato de concesión firmado a favor de Patio Olmos.

En el cual el bajo canon pagado por el uso o alquiler del terreno propiedad de la Provincia, se justificaba porque al cabo de los 35 años de concesión, todo lo edificado y plantando en él pasaría a ser propiedad de ella. (A este respecto, como un escarnio adicional, el valor de ese canon no fue actualizado tras la devaluación del año 2002. Razón por la cual Patio Olmos siguió pagando sin grandes cambios el simbólico canon de diez mil pesos al mes que venía pagando, pese al brutal ajuste que introdujo en el precio los locales que allí alquila).

De esa manera en el año 2006, transcurridos 15 años de la concesión, buena parte de lo edificado allí ya pertenecía a la Provincia. No obstante, olvidando enteramente las peculiaridades de la concesión, el Consejo tasó esa propiedad de la Provincia, como si se tratara exclusivamente del terreno pelado.

Lo que en la práctica representaba que la Provincia vendía un baldío, pero el comprador en realidad compraba un Shopping de lujo. Obviamente que este “olvido” del Consejo beneficiaba directamente a los concesionarios de Patio Olmos, encabezados por Martín Amengual, actual presidente de la Fundación Mediterránea. Que eran en la práctica, los únicos interesados en la compra del terreno, sobre el que están asentados sus florecientes negocios.

Todo parecía marchar viento en popa para Patio Olmos. Pero en la licitación convocada al efecto apareció de improviso el grupo porteño IRSA, que le mejicaneó el negocio a Amengual y su gente; al hacer una oferta por 32,5 millones de pesos a pagar cash; contra los 25 millones que ofertó Patio Olmos, a pagar en 48 cómodas cuotas mensuales.

Así IRSA se alzó con la propiedad de Patio Olmos, por menos de la mitad de su valor real. De la cual, además de percibir el canon que recibía la provincia adecuadamente indexado, tendrá su pleno usufructo a partir del año 2032, fecha en la que debía pasar a ser propiedad de la Provincia.

Esta súbita derivación del negociado, les cayó como una “bomba neutrónica” a los concesionarios de Patio Olmos encabezados por Amengual. Quienes a partir de allí procuraron movilizar cuanto argumento o personalidad tuvieron a mano, para impedir la adjudicación de la licitación a IRSA. Llegaron incluso a interponer una acción antimonopolio contra IRSA, ante la Comisión de Defensa de la Competencia.

Su último y desesperado intento, que muestra lo descabellado del negocio que en su propio interés habían urdido, fue denunciar a través de voceros, que Patio Olmos no se podía vender, porque integraba el patrimonio cultural de la Provincia. Al estar edificadas en la azotea del mismo, las dos salas de ensayo del Teatro Libertador San Martín, cayendo así este en riesgo de no poder disponer de ellas.

Ante el reclamo público que originó esto, en los últimos días del gobierno de De la Sota, previos a la asunción de Schiaretti, el gobierno dispuso la expropiación de esas salas del teatro Libertador San Martín, que incongruentemente estaban sobre el techo de Patio Olmos. Lo hizo con un enrevesado trámite de propiedad horizontal de Patio Olmos, para deslindar la propiedad de unas salas que tienen su acceso por el teatro Libertador San Martín.

Para ello dispuso pagarle a IRSA 533 mil pesos, monto que esta impugnó reclamando un importe de casi millón y medio de pesos, razón por la que la cuestión derivó en un juicio que seguramente será perdido por la Provincia, como lo perdió con la expropiación del Palacio Ferreyra. IRSA mejoró así aun más el perfil de su negocio, que le cayó en las manos venido del cielo, y había sido urdido pacientemente por Amengual y sus socios.

Este asunto de las salas de ensayo del teatro Libertador, revela otro sórdido detalle de ese negociado. La construcción de ellas era condición de la concesión, para reemplazar a otras salas de ensayo que hasta entonces estaban a nivel del suelo.

Debían contar con una superficie de 1.422 metros cuadrados, y ser terminadas en 1995. Pero Patio Olmos recién las habilitó nueve años después, en el 2004, tras reiteradas intimaciones del ERSEP, y su superficie apenas alcanza los 900 metros cuadrados. Sin que esto arrancara objeción alguna por parte del poder concedente, personalizados a esa altura, como perfecta continuación del anterior, en De la Sota y Schiaretti.

El hecho de que las salas de ensayo del Libertador fueran edificadas sobre los techos de Patio Olmos, pone de manifiesto que no existía por parte del estado cordobés, previsión alguna de vender este último. Considerándolo por contrario una unidad funcional con el teatro Libertador. Y menos aún venderlo por el valor del terreno pelado, cuando ya era condómine de todo lo allí edificado.

Gasoductos

Como se dijo antes, Schiaretti fue el iniciador de la dilapidación del gas natural. Sin embargo presenta como obra emblemática de su gestión, los gasoductos troncales provinciales que hoy están en ejecución.
Los cuales inicialmente estaban presupuestados en 500 millones de pesos, luego pasaron a más de 900 millones; y finalmente con el cuento de que eran financiados por el BNDES brasileño, se adjudicaron en 1.400 millones de pesos. Fueron contratados con una UTE encabezada por una empresa brasileña, la cual olvidando enteramente el compre argentino, traerá todos los materiales desde Brasil.

Se pasó así de un precio blando inicial, a un precio final ultra duro, con financiación semiblanda por parte del banco de desarrollo brasilero, y compras atadas al extranjero. Como muestra de la meditada reflexión con que nuestra dirigencia toma sus decisiones a favor de la Provincia, dicho préstamo del BNDES fue aprobado por una ley de la legislatura, en el tiempo record de 24 horas, desde que el Ejecutivo ingreso el proyecto, que venía acompañado de 60 carpetas, hasta la sanción de la ley.

Como para que resulte evidente de los legisladores intervinientes, ni sabían que habían aprobado. La velocidad que se imprimió al tratamiento del tema, es directamente proporcional al volumen de lo que se quería ocultar. Igual que en el caso de la usina de Pilar, el inusitado costo por usuario de estas obras, hacen que ellas sean inamortizables.

La avenida de Ccircunvalación

La penúltima hazaña de Schiaretti, antes del crimen de la Casa de las Tejas, fue la renegociación de la concesión de la avenida de Circunvalación con Caminos de la Sierra, mediante comprarle la empresa a sus accionistas privados, Impregilo, Codi, Delta, y Caruso.

Compra con la que logró un resultado que debe ser único en el mundo: que los cordobeses costeemos las nuevas obras que Caminos de la Sierra no concretó como debía; y que además paguemos el peaje, como si no las hubiésemos costeado.

De esta manera el ex concesionario que no hizo las obras, cobrara rentas como si las hubiese hecho. Y el futuro concesionario, que según algunos tiene el nombre puesto de Electroingeniera, también cobrará como si las hubiese hecho, pese a que solo se dedicará al cobro del peaje.

Pero la transa no acaba allí. Schiaretti a la par contrató el proyecto para el cierre de la Circunvalación con la UTE Electroingeniería – Roggio. Y recientemente aprobó un llamado a licitación pública “acotada”, en la que solo podrán intervenir Roggio, Electroingeniería, y IECSA (la empresa de los Macri – Calcaterra).
Siendo entonces evidente, que no se trata de una licitación pública, sino un desvergonzado arreglo, o concertación pública, en donde a la vista y paciencia del gobierno, las tres firmas, burlándose del régimen de la competencia, se repartirán los trabajos, y arreglaran sus precios.

Si se cumplen el pronóstico de que luego Electroingenieria por la suya, o en conjunto con Roggio, se quedarán con la concesión de la Circunvalación, el negociado parece el de Juan Palomo: yo lo urdo, yo me lo hago, yo me lo como, a costa del bolsillo de todos los cordobeses.

Eso sí, con la astucia que siempre despliega para disimular su malandanzas, simultáneamente Schiaretti bautizó a la avenida de Circunvalación con el nombre de Juan B. Bustos, pese a que ya había sido bautizada por la Municipalidad con el nombre de Agustín Tosco. Y a la autopista que remata en los predios de Bugliotti en Salsipuedes, le puso el nombre de Agustín Tosco.

La Casa de las Tejas

Este ultimo hecho de Schiaretti marca un climax en el proceso de degradación y corrupción de la administración pública en nuestro país. Ha superado incluso el chiste que cuenta la visita de un ministro argentino a Alemania, y alaba la mansión donde vive el ministro alemán. Quién le explica que la logró hacer, con la coima de un puente que se encuentra al frente, al que señala con el dedo.

Luego al devolver la visita del ministro alemán a nuestro país, la escena se sucede a la inversa. El alemán alaba la mansión del ministro argentino, y este le señala el puente con que logró hacerla. Lo que arranca la pregunta asombrada del alemán, que dice no ver ningún puente donde señala el dedo del argentino.

Uno cobró una coima sobre una obra que se hizo, y el otro, por una que nunca se hizo. La variante de Schiaretti, dándole una vuelta más a la corrupción, es haber destruido una obra, para poder financiar y llevar cabos otras. Y así obtener un rédito electoral, además de los réditos económicos que suelen dejar siempre las mismas.

Y para disimular esa destrucción, además de la creación del baldío del Parque de las Tejas, Schiaretti anunció la extensión de la licencia por maternidad a seis meses, en beneficio de las empleadas públicas. Un dicho repetido en los arcanos de la corrupción de la obra pública, es que de todo lo que se recibe, siempre hay que dejar un poco. Schiaretti lo práctica, concediendo modestas mejoras a su personal, que obviamente no saldrán de su bolsillo.

De esta manera pese sus notables andanzas contra los intereses de la sociedad, en donde a lo largo de ella ha destruido no una, sino muchas casas de las tejas, Schiaretti ha logrado permanecer más de veinte años en la política. Ya es hora prudente de que pase a cuarteles de invierno. Que si la Justicia existiera, seguramente debieran ser en un lugar donde abunde la sombra.

Fuente: http://www.cispren.com.ar/indexmain.php?lnk=1&mnu=2&idnota=7462