sábado, 10 de enero de 2009

Primero las viviendas, después las plazas

Por Katy García-Prensared. 2009-01-10
http://www.prensared.com.ar/indexmain.php?lnk=0&mnu=0&idnota=5192

En Villa La Maternidad temen que la firma del acta acuerdo impulsada desde el ministerio de Desarrollo Social sea una maniobra dilatoria del gobierno de Juan Schiaretti para patear el problema hacia delante y luego desalojarlos. Cuestionan que se hable de “mejoras” y “parquización” en vez de urbanizar y construir viviendas.

Heraldo Eslava, todo un símbolo de lucha en Villa La Maternidad.

Una nueva vuelta de tuerca se produjo en torno a Villa La Maternidad. Como se conoce, un grupo de habitantes, cinco años atrás, se negó a ser erradicado, presentó amparos ante la justicia y desde entonces viene luchando en defensa de la propiedad. Actualmente, la situación es compleja porque además de los treinta vecinos que resistieron el desalojo, en el lugar viven los que regresaron desde el barrio Ciudad de mis Sueños - uno de los destinos de unas 360 familias erradicadas- y otras que se fueron sumando en los últimos cuatro años. En total serían 70 grupos familiares.

El acuerdo firmado entre el Ministerio de Desarrollo Social y los vecinos, plantea como objetivo central “la realización de obras tendientes a lograr el saneamiento ambiental del sector ocupado por la comunidad de habitantes del asentamiento Villa La Maternidad, a fin de concretar acciones tendientes a mejorar su hábitat social”. Este es uno de los puntos cuestionados porque observan que se trata de un plan que pondrá parches ala precaria situación en la que viven.

La zona en cuestión está ubicada a pocas cuadras de la terminal de ómnibus en pleno barrio San Vicente. El acceso principal está sobre la avenida Agustín Garzón, apenas se cruzan las vías del ex ferrocarril Mitre, a la altura del 1000. El acceso al lugar desde el centro es rápido y directo. Las líneas E y T del servicio de transporte urbano tienen parada justo enfrente de la villa sobre la calzada de ingreso al nuevo emprendimiento Dinosaurio propiedad del grupo de Euclides Bugliotti.

La parada de regreso está cruzando la calle sobre la vereda de varias casas cuyas fachadas resistieron el paso de las topadoras, presentaron amparos y tiene juicios por usucapión. Cuesta abajo se ingresa a un predio de unos 700 metros de largo por 150 de ancho y que está limitado por la avenida Entre Ríos que costea el Río Suquia y al fondo Concordia.

Un grupo de delegados y vecinos dialogaron con Prensared en el patio de una de las viviendas, a metros de un tendido de alambre que intenta ser el límite de una futura plaza. "La prioridad nuestra es la urbanización" dice Marta, integrante de la Comisión contra el desalojo de Villa la Maternidad y que pertenece al grupo de los nuevos habitantes. Manolo, acota que “la Facultad de Arquitectura realizó un proyecto de urbanización que contiene las 70 viviendas que hacen falta y que fue presentado ante el secretario del gobierno anterior Marcelo Falo”.

Los vecinos tienen información sobre el valor de esos terrenos y conocen los proyectos “faraónicos” que el gobierno y empresas privadas realizarían. “Lo que queremos es el título de propiedad. Estos terrenos valen millones de pesos y justamente la empresa Electroingeniería tiene un proyecto de Centro Cívico que se continúa con el de Bugliotti y la nueva terminal. A esto, más el Dinosaurio y demás edificios le quieren sumar esta parte a la que llaman parque lineal”, denuncia Manolo.

El acuerdo firmado

El acta acuerdo contiene siete puntos. Los mismos dan cuenta de compromisos asumidos por el gobierno y por los vecinos. Por caso, dar continuidad al “cercado de los límites del predio”, realizar “un relevamiento de la situación habitacional de las familias referente a : número de habitantes, situación edilicia de las viviendas y otras cuestiones relacionadas con el saneamiento ambiental”; gestionar la provisión de servicios básicos como agua y luz ante las empresas proveedoras, la “parquización delimitada por el cerco perimetral” y llevar a cabo obras como una guardería materno infantil, apoyo escolar y huertas comunitarias son temas que el gobierno asume como propios.
En tanto, los vecinos deberán cuidar las obras que se realicen, mantener los espacios que se encuentran desocupados en la misma situación, colaborar y realizar un seguimiento de lo pactado.

No erradicar

Por pedido expreso de los vecinos, se agregaron dos puntos. Uno incluye el temor de los vecinos a ser erradicados compulsivamente de un día para otro. El gobierno se compromete a no “erradicar o excluir a las personas que habitan el asentamiento de Villa La Maternidad según el censo realizado en noviembre de 2008 por la dirección de hábitat social”.

Sobre este ítem, los habitantes del lugar aclaran que no hay un censo fidedigno y que luego del acuerdo no tuvieron mejor idea que enviar a “censistas policías” en una clara actitud intimidatoria. Cortaron la calle para impedirlo. Así lograron que lleguen los equipos técnicos a realizarlo. Se quejaron de que una de las preguntas indaga: si le gustaría quedarse o irse cuando la lucha es por permanecer en el lugar. “No es censo, es una ficha policial”, subraya Manolo. Incluso comentan que no fueron censados todos los habitantes. Otros agregan que la policía realiza controles de motocicletas en el ingreso a la villa mientras que las que circulan por la avenida lo hacen libremente.

El último punto habla de “mejoras en la viviendas del asentamiento” y recalca que las obras de parquización serán conjuntas. El documento está firmado por el ingeniero Nelson Mármol, de Hábitat; el ministro Juan Carlos Massei, la abogada del Serpaj María Elba Martínez y se acompaña con unas 40 firmas, con aclaración y nº de DNI.

Claudio Bustos, uno de los delegados afirma que “hay un acuerdo firmado y el punto que nos interesa dice que no nos erradicarán, pero se habla de parquización y no de urbanización. No nos alcanza con una placita. Nosotros queremos hacer el censo junto con el gobierno para tener números reales. Pero el gobierno habla de 30 familias y hay muchas más. Pensamos que se debe garantizar una solución para todos”. Marta agrega que han formado una comisión de delegados, que están en asamblea permanente y que seguirán fortaleciendo la organización.

Los viejos y los nuevos


En el lugar conviven quienes llegaron hace más de 60 años con quienes arribaron hace menos de uno. Es el caso de Heraldo Eslava que lo hace de manera permanente desde 1976. “Es obvio que nos quieren erradicar porque la estructura de servicios que tenemos es superior a la de Nueva Córdoba. Ellos mismos lo dicen. Me enorgullece que a pesar de que son los mismos que nos quisieron sacar, vemos que se ha atenuado, pero esto tiene que cumplirse. Aunque no confío en ningún político, el gobierno tiene que respetar al pueblo”, comenta.

En relación a la opinión y las actitudes de los vecinos urbanizados, Carina comenta que "hay de todo. Personas que nos dicen que vivimos en un rancherío y otras dicen "ellos". Acá no hay delincuencia. Vivo como ves sin puerta y nadie te toca nada". Precisamente, habita una pieza, a escasos metros de la calle, con su esposo e hijo desde el año pasado. “Son todos solidarios. Además hay gente que nos apoya desde afuera de la villa y son organizaciones sociales, estudiantiles, que están atentos a cualquier problema. Incluso desde Buenos Aires y Rosario nos acercan su apoyo", cuenta.

La mayoría son trabajadores según expresan los delegados vecinales. Los hombres trabajan en la construcción, plomería, pintura y hacen changas. Mientras que las mujeres lo hacen en casas de familia, cosen o fabrican alimentos como pastelitos o alfajores que luego venden.

Los que no son amparistas están preocupados porque dicen que están en "en el aire". "¿Que pasa si cambia el ministro? especula otro.

Sobre esta cuestión uno de los presentes, también delegado, razona “los terrenos de las plazas que están alambrados, dan la idea de que nos quieren correr. Así, no queda lugar para las viviendas. Pero no nos vamos a ir. Primero que hagan las casas y después las plazas. Incluso, nosotros las podemos hacer. No queremos una bolsa de pórlan o una chapa. Me harté de hacer casas en esos barrios, así que no me vengan a decir que es caro porque sabemos que no es así”.

“Van a ampliar la terminal, piensan construir el centro cívico, la casa de gobierno, ¿Y van a dejar unas casas del Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba) que habla de casa precarias? Interpela Marta.

Manolo los tranquiliza “no habrá desalojos, porque pagarán un costo político alto. Contamos con la solidaridad de las organizaciones de derechos humanos, de casi todos los sindicatos y demás organizaciones. Además hemos logrado transmitir una idea general de que tenemos razón, y está claro que la tenemos. Ahora, si quieren apagar el fuego con nafta, es cuestión de ellos”, sostiene.

También acerca su petición Claudia, delegada de la zona conocida como “La rotonda”. “Somos siete familias, queremos quedarnos y que nos den los títulos de propiedad. Nuestras casas están bien construidas y nos falta la urbanización. Pagamos impuestos y todo”, manifiesta.

Otra persona añade que sus padres viven desde 1944. “Todos nacimos allí. Era una chacra y desde entonces estamos acá”.


Fue y volvió


Por su parte, María Cristina Tabares junto a su marido y tres chicos aceptaron ser trasladados a Ciudad de Mis Sueños en 2004 y al cabo de un año retornaron. "Nos prometieron de todo. Trabajo, dispensario con médicos, salida laboral y no pasó nada. Los chicos se enfermaron, los colectivos no pasaban, el médico se iba a las 16 y nunca hubo trabajo. Entregamos la casa y nos volvimos a nuestro lugar de origen, donde vivieron mis abuelos”, dice emocionada. Mientras mira hacia el horizonte próximo -que es el Dinosaurio- le confía a Prensared que una de las cosas que anhela del gobernador es que “nos vea como padres de familia, que tome conciencia que somos los dueños de esta tierra y que nos han desarraigado. De cara al futuro reflexiona "Pienso que tenemos que luchar por lo que es de uno. Todos nos han mentido, es hora de que empiecen a cumplir. Más allá de que seamos pobres, tenemos derechos y vamos a seguir adelante”, concluye.

Para mediados de enero está pautada otra reunión con el ministro Juan Carlos Massei porque quieren discutir otro acuerdo que contenga las expectativas del conjunto. Actualmente están en asamblea permanente. No confían totalmente en la palabra del gobierno, pero ansían que haya una solución para todos. Y esa solución pasa por la permanencia en el lugar al que consideran propio. Además aclaran que no tienen objeciones ni confrontan con los vecinos que se fueron a Ciudad de mis Sueños.

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